"Tres maneras hay de silencio: el primero es de palabras,
el segundo de deseos y el tercero de pensamientos.
El primero es perfecto, más perfecto es el segundo y perfectísimo el tercero.
En el primero, de palabras, se alcanza la virtud;
en el segundo, de deseos, se consigue la quietud;
en el tercero, de pensamientos, el interior recogimiento.
No hablando, no deseando ni pensando,
se llega al verdadero y perfecto silencio místico,
en el cual habla Dios con el alma, se comunica
y la enseña en su más íntimo fondo
la más perfecta y alta sabiduría."
Que desembaraza al alma, y la conduce
por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación
y el rico tesoro de la interior paz ", 1675,
de